sábado, 8 de febrero de 2014

Capitulo 3.


POV Blas:

Becky y yo salimos de casa y nos pusimos a andar. Ella me iba hablando pero no la prestaba mucha atención, seguía pensando en Silvia y en lo que me había hecho, y al parecer Becky lo notó.

— Blas, ¿me estás escuchando? -preguntó.
— La verdad es... que no...
— ¿Estás pensando en ella?
— Si...-dije, y Becky dejó de andar y miró al frente -¿Por que te paras?
— Mírala, la muy zorra se atreve a salir a la calle.
— ¿Qué? -dije sin entender y miré hacia donde ella miraba.
— Blas, cariño, lo siento muchísimo... -dijo Silvia llegando a nosotros.

No la creía, ya no. No me quería y solo me había utilizado. No la iba a perdonar, no esta vez. Estaba harto de sus chantajes y sus mentiras. La dije que me dejara en paz, que no quería escucharla, pero ella insistía en que la perdonase y que volviese con ella.

— Te ha dicho que le dejes en paz, así que lárgate. -dijo Becky
— ¿Quién te crees que eres para hablarme así?.
—Mira Silvia... ella es mi mejor amiga, y por favor hazla caso y lárgate.
— ¿Ahora le haces caso a esa zorra? -dijo Silvia enfadada
— Mira, la única zorra que hay aquí eres tú, que te vas tirando a cualquier tío mientras tienes novio.-dijo Becky casi gritándola.-Así que déjale en paz de una puta vez.
— ¿Y que me vas a hacer sino? -dijo retándola.
— Becky, vamonos, no merece la pena.-Le dije.
— Eso, iros, esa no se atreve a hacerme nada.-dijo Silvia retándola de nuevo. Vi que Becky iba a hacer algo de lo que luego se arrepentiría y la cogí por la cintura para que no se moviera.
— Blas, suéltame, esa puta va pidiendo que la den una ostia.
— Becky, vamonos, ahora. -Becky intentó soltarse para pegarla, así que la acerqué a mi y la sujete con fuerza.
— No Blas, suéltala, no tiene agallas para tocarme.
— ¿Que no tengo agallas? Blas suéltame.-la solté, se acercó a Silvia y ésta retrocedió.-¿Ahora te alejas?-dijo y se rió de Silvia.-Blas, vamonos.
— Está bien.-dije, y seguimos nuestro camino dejando a Silvia plantada.

Hemos estado andando un rato mas, hasta que hemos llegado a la cafetería en la que ayer estuvimos todos juntos.

— ¿Y por que me has traído aquí? -pregunté.
— Bueno... iba a pensar antes algo, pero no se me ha ocurrido nada.-respondió y reí.-Me encanta verte reír... sobretodo ahora.-dijo y le sonreí.
— Bueno, ¿vamos a pedir algo?
— Claro, vamos.
— Hola chicos, ¿Qué vais a tomar?
— Yo... un chocolate caliente.-dijo Becky.
— Yo otro.-dije.
— Son 4'40€ en total.-dijo, y cada uno pago su mitad mientras preparaba el chocolate.
— Ahora vamos a quedarnos aquí, ¿no?-dije.
— Claro.
— Aquí tenéis chicos.-dijo la camarera
— Gracias.-dijimos Becky y yo mientras lo cogíamos e íbamos a nuestra mesa de siempre.

Nos sentamos en la mensa de siempre y nos pusimos a hablar, la verdad es que estaba mas animado y eso era gracias a Becky, ella siempre sabía como sacarme una sonrisa. Era mi mejor amiga y la tenía mucho cariño, no sé que haría sin ella.
Estábamos hablando cuando el sonido de la puerta abriéndose cortó nuestra conversación, Becky se quedó mirando a la chica que entraba por la puerta, esa chica captó toda su atención porque era como si yo me hubiese evaporado, después de unos segundos por fin me habló.

— Blas, voy a acercarme a esa chica un momento.
— ¿Por qué? -pregunté confundido, pero se no me respondió, se levantó y fue a la mesa de esa chica.

POV Fani:

Entré a la cafetería de siempre, la verdad es que no sé por que pero fui con la esperanza de encontrarme de nuevo con aquel chico, y no entiendo por que. no quería ninguna relación de nuevo, no después de lo que me pasó la última vez que estuve con alguien, pero Nerea me había llenado la cabeza de pájaros  con sus ideas absurdas de que tenía que "conocer" a aquel chico.
Eché una ojeada a la cafetería, no estaba, en su lugar estaban la chica con la que había estado hablando ayer y uno de sus amigos. La chica se quedó mirándome cuando entré, pero no le dí importancia, pedí un chocolate caliente y me senté en  la mesa en la que había estado sentada la vez pasada
Al cabo de unos minutos ví como la chica se acercaba a mi mesa y se sentaba en la silla que había justo enfrente de mí.

— Hola. -dijo la chica con una sonrisa en la cara.
— Em.. hola.-dije.
— Veras... Te he visto sola, y ayer también... Y bueno, creo que conoces a un amigo mío.
— ¿A un amigo tuyo?
— Si, en el aeropuerto, tiene un poco de barba, es guapo, un poco moreno...
— Oh si, se quien es.
— Bueno, él hoy da una especie de fiesta, y bueno, me gustaría que vinieras.
— No creo que a él le haga mucha gracia que vaya una desconocida.
— No le va a importar...-dijo pensando.
— Me llamo Fani, no te lo había dicho.
— Oh -dijo, y rió.- Yo soy Becky. Pero de verdad, no va a importarle, y si no me crees puedo llamarle ahora.
— Llámale por si acaso.
— Está bien.-dijo, sacó el móvil, llamó por teléfono y lo puso en manos libres.-Álvaro.
— Dime pequeña.-dijo el chico al otro lado del teléfono.
— ¿Puedo llevar a una chica conmigo a la fiesta?
— Claro, cuantos más mejor. Te dejo que estoy preparando las cosas. Adiós pequeña.
— Adiós.-dijo. Y colgó.- ¿Ves? No le importa.
— Bueno... está bien, iré.
— Bien. Guardarme tu número en el móvil y así te digo luego donde es.-dijo dándome el móvil. Lo cogí y apunte mi número.
— Aquí tienes.
— Becky, David quiere que vayamos a su casa un momento.-dijo el chico llegando a nosotras.- Hola. Soy Blas.
— Yo Fani, encantada.
— Igual.
— Bueno, luego te digo donde es.Adiós.-dijo Becky levantándose y yéndose de la cafetería con Blas.